viernes, 12 de diciembre de 2014

Han pasado 39 años desde que finalizó la dictadura Franquista, sus 340 mil fallecidos, 150 mil desaparecidos, de ellos 30 mil niños, son las heridas que aún laceran a la sociedad española a casi cuatro décadas. Francisco Franco (1892-1975) fue un militar y dictador español que apareció en la escena política debido a un movimiento insurreccional en 1939 contra el gobierno democrático de la Segunda República. Sus acciones militares provocaron la Guerra Civil Española entre los Nacionalistas partidarios de Franco y los Republicanos. La lucha duró tres años y fue determinante para el triunfo franquista la participación de tropas nazis e italianas El dictador solicitó la ayuda militar de Benito Mussolini, el cual envió 80 mil soldados y de Adolfo Hitler, el cual colaboró con 100 unidades aéreas y 4 mil hombres de la legión Cóndor. Franco y la monarquía Desde 1931, España se encontraba sin monarquía debido al exilio voluntario de Alfonso XIII, el cual fue rechazado por el gobierno republicano debido al apoyo que hizo a la dictadura de Primo de Rivera. En su línea dinástica estaba Juan de Borbón el cual pretendió unirse al bando nacionalista de Franco como una estrategia para volver al poder. El 1 de agosto de 1936, cruzó la frontera en procura de su objetivo, pero la respuesta de las tropas falangistas fue interceptarlo y pedirle que regresara a su exilio. El 15 de enero de 1941, Alfonso XIII en un cambio de planes decidió renunciar al trono y nombra a su hijo Juan de Borbón líder monárquico y lo convirtió en el conde de Barcelona. A partir de su nombramiento se convirtió en una férrea oposición al régimen franquista. En 1946 se instaló en Estoril (Portugal) con su familia y desde allí, asesorado por un consejo privado, desplegó una paciente labor diplomática en favor de su propia causa. Este grupo asesor y las intenciones de recuperar el poder lo llevo a que dos años después el 28 de agosto de 1948, no le importara que Franco lo despreciara como sucesor del poder en España y negoció con el líder de la falange que su hijo volviera a España para ser rey. Lo pactado en la reunión fue que el príncipe debió educarse en España bajo los principios del régimen, del grupo católico del Opus Dei y se comprometió a impulsar al franquismo, y a cambio se produjo una campaña en los medios de comunicación para impulsar la monarquía y generar una matriz de opinión a favor del sucesor, también se otorgó una renta anual de 250 mil pesetas a Victoria Eugenia (Abuela del príncipe) por ser la reina viuda y se le permitió al Juan Teresa Silvestre recibir dinero de empresarios. En 1956 en medio de una vacación de semana santa el sucesor de Franco, Juan Carlos I con 18 años asesinó a su hermano, el infante de 14 años, Alfonso. La información oficial del suceso, que sería desmontada más adelante expresó: “Mientras su Alteza el Infante Alfonso limpiaba un revólver aquella noche con su hermano, se disparó un tiro que le alcanzó la frente y le mató en pocos minutos. El accidente se produjo a las 20:30, después de que el Infante volviera del servicio religioso del Jueves Santo, en el transcurso del cual había recibido la santa comunión”. Estos hechos, las negociones y la formación que recibió Juan Carlos I, le permitió ejercer como jefe de Estado de España desde el 30 de octubre de 1975 fecha en la cual Franco se retira del poder por enfermedad hasta su abdicación en 2014. Esta sucesión se valió de un organigrama legal que ha transcendido en el tiempo y que preparó Franco especialmente para Juan Carlos I de Borbón. La ley de Sucesión de 1947, la Orgánica del Estado de 1966 y la de 1969 por la que se empoderó al futuro rey.
¿Qué fue el franquismo? El franquismo, como sistema fascista, tomó elementos de las distintas doctrinas, dependiendo del momento socio-político, sus posiciones conservadora, católica y anticomunistas fueron reacciones al crecimiento y fortalecimiento de los sectores populares durante la fase republicana. Tras la muerte de Franco, se generaron una serie de investigaciones históricas y denuncias sobre la violación de los derechos humanos durante su mandato. La cifra total de víctimas no se ha logrado determinar pero coinciden en que posiblemente hubo 340 mil fallecidos y 150 mil desaparecidos, de ellos 30 mil son niños. Estos datos los facilitó a un par de años del fin de la dictadura, Miguel Ángel Rodríguez Arias, investigador de Derecho Internacional Penal en una entrevista presentada por rebelión.org. En pleno siglo XXI el gobierno español mediante el Tribunal Supremo inhabilitó al único juez que ha autorizado la apertura de 19 fosas comunes del franquismo, en las cuales se presume que puedan encontrarse 114.266 desaparecidos. La sentencia del tribunal se forjó en una posible incompetencia del juez y en una querella que interpusieron movimientos de la ultraderecha española, que alude a la falta de cumplimiento de la Ley de Amnistía de 1977, esta ley de la Transición española libró de culpa a los responsables de crímenes políticos cometidos por ambos bandos. Conservadurismo franquista: El Estado franquista se basó en prácticas de extrema derecha, que se valieron de tradiciones locales como el culto religioso para gestar en la opinión pública un concepto negativo de aquellos que apoyaban el republicanismo como sistema político. Los aliados de Franco fueron los terratenientes e industriales dueños de grandes capitales, quienes se vieron favorecidos por las políticas del Estado, se generó un proteccionismo al capital nacional que pudo sostenerse hasta 1957; año en el cual España quebró económicamente y se dio apertura al capital extranjero y al libre mercado. Franco, con la Guerra Civil en ciernes, comenzó a desarrollar la estructura política que le permitió enfrentar a los rojos-republicanos. Instauró el lema “Patria, religión y familia” de profundo conservadurismo, asesinó a líderes y partidarios de la República. Entre los asesinados destaca el escritor y poeta Federico García Lorca, ferviente ideólogo anti-fascista, defensor de la igualdad de clases y del libre pensamiento. El falangismo franquista negó la lucha de clases y los sindicatos, que en su mayoría se formaron en País Vasco y Cataluña; se aterrorizó a la baja clase media y marginal con el pavor a la crisis económica, a la izquierda y a la proletarización, y las unió como paramilitares hasta reducirlas por la fuerza bruta. Franco en una de sus primeras alocuciones entre 1936-1939, mostró el sistema que rigió a España hasta sus últimos días: “Un Estado Totalitario armonizará en España el funcionamiento de todas las capacidades y energías del país en el encuentro de la unidad nacional y el trabajo estimado como uno de los más ineludibles de los deberes, será, el único exponente de la voluntad popular”. Derecho a escoger sucesor A ocho años del triunfo en la Guerra Civil, Franco se preocupó por el estatus de su gobierno y la permanencia del mismo hasta después de su muerte. En 1947 se aprobó un referendo en España, para implementar la Ley de Sucesión. Este instrumento legal estableció al dictador como Jefe Vitalicio del Estado y se le reconoció el derecho a escoger sucesor. En 1948 el príncipe Juan Carlos I pisó por vez primera España, su objetivo, ser formado en valores franquistas para suceder al dictador cuando este falleciera. El proceso de “formación” estuvo regido por la instrucción militar pasando por las tres academias: aviación, naval y ejército. El proceso siguió con estudios de derecho, economía, política y filosofía. La estrategia de Franco con Juan Carlos fue cimentar un sucesor que diera supremacía en el tiempo al franquismo y que pudiera formarlo a su imagen y semejanza. El 30 de octubre de 1975 debido a la agudización de las condiciones de salud de Franco, Juan Carlos de Borbón asume el gobierno en España hasta el dos de junio de este año y al igual que su predecesor no instauró un pleno estado democrático.
La religión es el opio del hombre El fascismo de Franco fue beato desde su nacimiento. Los curas apoyaron a los falangistas que salían a matar al prójimo y a fusilar intelectuales. Algo muy parecido a lo que hizo el Papa Pío XI cuando bendijo a las tropas que Mussolini mandó a la guerra. Cada 20 de noviembre (fecha de la muerte de Franco) una parte cada vez más pequeña de la ciudadanía española recuerda con fervor al dictador. Esto debido al marcado apoyo religioso que llevó adelante la Iglesia Católica a la figura de Franco y que lo absolvió de culpas a lo largo de su historia. El debate sobre Franco ha llegado hasta la Real Academia de Historia de España, dónde hace un par de años se discutió el contenido de un diccionario biográfico sobre el franquismo y su líder. La institución declaró, “montó un régimen autoritario pero no totalitario”, dejando constancia de la influencia del falangismo en la política española. El testamento político de Franco señala: “Españoles, al llegar para mí la hora de rendir la vida ante el altísimo y compadecer ante su inapelable juicio pido a Dios que me acoja benigno a su presencia, pues quise vivir y morir como católico. En el nombre de Cristo me honro y ha sido mi voluntad constante ser hijo fiel de la Iglesia en cuyo seno voy a morir”. Fuentes: http://jomamoren.webcindario.com/historia/hist_espanna_bachillerato/18.pdf http://www.rebelion.org/noticia.php?id=90703 http://www.historiasiglo20.org/HE/14b-1.htm http://www.publico.es/espana/379609/rajoy-mi-familia-y-yo-hemos-tenido-algunos-problemas-con-franco

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